En una investigación que desarrollamos con el apoyo de varios investigadores del Centro de Innovación de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario encontramos que, en general, las 22 organizaciones estudiadas emplearon, principalmente, seis claves de supervivencia para enfrentarse a esta cascada de crisis.
- Reorientar la estrategia organizacional al nuevo contexto. La mayoría de las empresas se vieron en la necesidad de modificar sus estrategias para navegar en un ambiente económico, social y de salud agitado. Para esto modificaron algunas estructuras y controles organizacionales, detuvieron o aceleraron la implementación de estrategias clave, o reenfocaron sus segmentos de cliente.
- Acelerar el ciclo de decisión-acción. Los empresarios reportan que tuvieron que tomar decisiones más rápido de lo habitual, casi que inmediatamente, y con información muy limitada. Estas decisiones fueron implementadas ágilmente, generando en muchos empleados sentimientos de incertidumbre y caos. De acuerdo con el CEO de una de las empresas analizadas: “El proceso de toma de decisiones no se mantuvo igual, en eso sí hubo una variación muy grande. Teníamos que ser mucho más drásticos porque había que hacerlas muy rápido.”
- Optimizar el uso de recursos. Maximizar el aprovechamiento de los recursos tangibles e intangibles se tornó prioritario. Muchos empleados empezaron a desarrollar nuevas actividades (anteriormente ejecutadas por trabajadores incapacitados), se desarrollaron nuevos productos y servicios con recursos existentes, se detuvieron algunas inversiones y expansiones importantes, y se "estiró" hasta el último centavo para mantener a la empresa "viva". Para ilustrar este punto, la gerente general de una empresa de servicios reporta que “en crisis no es momento de quemar plata, sino de verdad saber cuánta plata tienes en el banco, y que sepas de cada peso que gastas.”
- Reorganizar las operaciones. Muchas empresas reorganizaron sus operaciones para adaptarse a las restricciones nuevas y cambiantes. Algunos de estos cambios incluyeron: reconfigurar la cadena de suministro, implementar procesos y actividades de manera ágil, y cambiar las formas de entregar los productos/servicios y cobrar por estos. De acuerdo con la jefa de marca de una gran empresa manufacturera “todos los procesos de innovación y de packing y pricing, y todo lo que teníamos pensado no era, nos tocó reformularnos.”
- Enfocarse en lo esencial. Las empresas tuvieron la necesidad de enfocarse en un par de elementos críticos para garantizar la supervivencia organizacional. Dependiendo de la firma, estos se centraban en cuidar a los empleados al máximo, mantener un grupo de productos/servicios centrales para garantizar un flujo de caja vital, y mantener los clientes existentes o conseguir nuevos clientes, entre otros.
- Innovar y priorizar la transformación digital. Muchas empresas innovaron a nivel de proceso, producto, servicio y organización para satisfacer las nuevas y cambiantes necesidades de los clientes durante la crisis. Asimismo, fue necesario acelerar la transformación digital para facilitar la comunicación interna, el contacto con el cliente, el monitoreo de procesos, y la entrega y captura de valor.
Si bien el Covid-19 generó estragos a nivel social, económico, político y de salud en miles de empresas, también generó oportunidades, capacidades y transformaciones, que bien aprovechadas y gestionadas pueden incidir positivamente en la resiliencia, competitividad y rentabilidad del aparato productivo colombiano.