Resumen
Sin embargo, esa falta de claridad no es irremediable. Si bien la mecánica misma de la negociación implica prudencia, la labor de tanto los medios masivos de comunicación que informan desde el país caribeño, así como de la academia, deben cumplir un papel iluminador para la comprensión del proceso de diálogo. Esta es una de las obligaciones que por su naturaleza la universidad debe asumir, explica el profesor Andrés Molano Rojas, profesor del programa de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.
Para el investigador está claro que la academia tiene al menos dos funciones fundamentales a realizar en el presente proceso. Primero, “recoger experiencias internacionales y propias de negociaciones de paz, estudiarlas rigurosamente para extraer conclusiones que permitan entender mejor el desarrollo del actual diálogo y que, de esta forma, sirvan de insumo para la posterior toma de decisiones de política pública derivadas de la negociación”. Por otra parte, es en el seno de la academia que se deben dar los debates mejor informados, “blindados” contra la opinión política “disfrazada de opinión experta”, complementa Molano.
Así, uno de los escenarios propicios para confrontar posiciones críticas frente a la negociación debe ser la universidad. Se espera que por su naturaleza científica el debate sea de mejor calidad, apuntando al argumento riguroso, versus el argumento que persigue diversos intereses, entre económicos, ideológicos y políticos antes que estrictamente técnicos y racionales.
Idioma original | English (US) |
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Editorial | Universidad del Rosario |
Estado | Published - 2015 |
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Pensar para la Paz aportes críticos para la academia. / Molano Rojas, Gilberto Andres.
Universidad del Rosario, 2015.Resultado de la investigación: Documento de Trabajo
TY - UNPB
T1 - Pensar para la Paz aportes críticos para la academia
AU - Molano Rojas, Gilberto Andres
PY - 2015
Y1 - 2015
N2 - Desde que el pasado 18 de octubre de 2012 se iniciaron formalmente los diálogos de paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, el país ha gravitado alrededor de las conversaciones de La Habana. Las informaciones sobre lo que sucede en la capital cubana crecen, mientras la opinión pública nacional,al decir del columnista Jorge Arango Mejía, en su texto ¿Qué pasa en la Habana?, no tiene nada claro.Sin embargo, esa falta de claridad no es irremediable. Si bien la mecánica misma de la negociación implica prudencia, la labor de tanto los medios masivos de comunicación que informan desde el país caribeño, así como de la academia, deben cumplir un papel iluminador para la comprensión del proceso de diálogo. Esta es una de las obligaciones que por su naturaleza la universidad debe asumir, explica el profesor Andrés Molano Rojas, profesor del programa de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.Para el investigador está claro que la academia tiene al menos dos funciones fundamentales a realizar en el presente proceso. Primero, “recoger experiencias internacionales y propias de negociaciones de paz, estudiarlas rigurosamente para extraer conclusiones que permitan entender mejor el desarrollo del actual diálogo y que, de esta forma, sirvan de insumo para la posterior toma de decisiones de política pública derivadas de la negociación”. Por otra parte, es en el seno de la academia que se deben dar los debates mejor informados, “blindados” contra la opinión política “disfrazada de opinión experta”, complementa Molano.Así, uno de los escenarios propicios para confrontar posiciones críticas frente a la negociación debe ser la universidad. Se espera que por su naturaleza científica el debate sea de mejor calidad, apuntando al argumento riguroso, versus el argumento que persigue diversos intereses, entre económicos, ideológicos y políticos antes que estrictamente técnicos y racionales.
AB - Desde que el pasado 18 de octubre de 2012 se iniciaron formalmente los diálogos de paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, el país ha gravitado alrededor de las conversaciones de La Habana. Las informaciones sobre lo que sucede en la capital cubana crecen, mientras la opinión pública nacional,al decir del columnista Jorge Arango Mejía, en su texto ¿Qué pasa en la Habana?, no tiene nada claro.Sin embargo, esa falta de claridad no es irremediable. Si bien la mecánica misma de la negociación implica prudencia, la labor de tanto los medios masivos de comunicación que informan desde el país caribeño, así como de la academia, deben cumplir un papel iluminador para la comprensión del proceso de diálogo. Esta es una de las obligaciones que por su naturaleza la universidad debe asumir, explica el profesor Andrés Molano Rojas, profesor del programa de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.Para el investigador está claro que la academia tiene al menos dos funciones fundamentales a realizar en el presente proceso. Primero, “recoger experiencias internacionales y propias de negociaciones de paz, estudiarlas rigurosamente para extraer conclusiones que permitan entender mejor el desarrollo del actual diálogo y que, de esta forma, sirvan de insumo para la posterior toma de decisiones de política pública derivadas de la negociación”. Por otra parte, es en el seno de la academia que se deben dar los debates mejor informados, “blindados” contra la opinión política “disfrazada de opinión experta”, complementa Molano.Así, uno de los escenarios propicios para confrontar posiciones críticas frente a la negociación debe ser la universidad. Se espera que por su naturaleza científica el debate sea de mejor calidad, apuntando al argumento riguroso, versus el argumento que persigue diversos intereses, entre económicos, ideológicos y políticos antes que estrictamente técnicos y racionales.
M3 - Working paper
BT - Pensar para la Paz aportes críticos para la academia
PB - Universidad del Rosario
ER -