Detalles del proyecto
Descripción
La narrativa tiene un lugar muy importante dentro de la construcción del discurso, la verdad y la memoria. La narrativa que se conoce también como narración de historias, se presenta a sí misma como el conocimiento de la realidad, narrada por quien la ha vivido y por ende hace parte de la construcción general y global de la realidad.
De acuerdo a Kristin Langellier (2004) “las personas le dan sentido a las cosas, adquieren identidades, interactúan unos con otros y participan en conversaciones a través del storytelling2” en consecuencia, la narración de historias, hace parte integral de la vida diaria y es la forma más elemental de comunicación y como tal, es un performance a través del cual se representa una historia, algo que sucedió (Langellier,2004, 3).
Walter Benjamin señala: “El narrador toma lo que narra de la experiencia de sí mismo o de otros y a cambio la convierte en la experiencia de quienes escuchan la historia” (Benjamin, 1987, 69), por ende, Benjamin entiende el proceso de la narrativa como un proceso reflexivo en el que la audiencia capta conscientemente la historia del narrador y la apropia.
Sucede entonces, que la historia obtiene reconocimiento si es apropiada, escuchada y replicada.
La crítica legal feminista ha utilizado la narrativa tanto como una herramienta de “critica” como también como una estrategia para la reconstrucción (Dailey, 1993). La narrativa se encuentra asociada a la práctica de la toma de conciencia, lo que implica de acuerdo a Katerine Barlett (1991): “un proceso colaborativo e integrativo que busca articular las propias experiencias y hacer que estas tengan significado en relación con otros quienes también relacionan sus propias experiencias”3 (Barlett, 1991)”.
Así, la narrativa se convierte en un proceso en que las personas- las mujeres- toman conciencia de su propia experiencia y siendo practicada de esta manera, se convierte en un “arte de auto-consciencia” (Dailey, 1993). Para Dailey (1993), el uso de las narrativas implica de manera positiva superar la crítica antiesencialista y reconciliar los conflictos que ésta genera, además implica lograr un sentido comprensivo de identidad a través de la narrativa de historias, esto permite establecer una victimización compartida, pues las historias de las mujeres exponen patrones comunes de género en sociedades donde existe inequidad, lo que permite establecer y sostener la agencia y los movimientos políticos (Moi, Riley citados en Dailey, 1993).
Robin West, considera que dado que las narrativas tienen este propósito político, es entendible por qué muchas de ellas han sido excluidas de los discursos jurídicos (West, 2015).
West, a estas las llama “las narrativas marginadas”.
Para Dailey (1993), las narrativas que se expresan en determinados contextos además de ser oídas requieren ser recibidas por un oyente empático, lo que hace que la persona que escucha se involucre de tal manera que pueda buscar y comprender los rastros de su propia experiencia.
De este modo se abre la puerta a una integración social de la experiencia de las víctimas, lo que logra visibilizar rastros comunes. El uso de la empatía como parte creativa en este proceso será determinante para la apreciación de la narrativa.
Las narrativas son expresadas en escenarios diversos a través de múltiples actores, son una forma de discurso, aunque constituye la más básica, pues comunican y expresan historias, emociones, construyen realidades desde una perspectiva totalmente subjetiva.
El narrador simplemente representa su propia historia ante los demás sin filtros emocionales.
Sin embargo, en contextos judiciales la narrativa busca otros objetivos que no solo involucran representar una realidad del pasado.
Robin West considera que tenemos que ser cautelosos en señalar cuales narrativas pertenecen al contexto legal: “la eficacia de la narrativa no puede ser discutida de forma descontextualizada.
Si una narrativa particular debería ser o no escuchada en cualquier contexto jurídico dependerá de situaciones particulares como: el tipo de procedimiento, el tipo de narrativa, y también los efectos reales y buscados con esa narrativa4(West, 2015)”
De acuerdo a Kristin Langellier (2004) “las personas le dan sentido a las cosas, adquieren identidades, interactúan unos con otros y participan en conversaciones a través del storytelling2” en consecuencia, la narración de historias, hace parte integral de la vida diaria y es la forma más elemental de comunicación y como tal, es un performance a través del cual se representa una historia, algo que sucedió (Langellier,2004, 3).
Walter Benjamin señala: “El narrador toma lo que narra de la experiencia de sí mismo o de otros y a cambio la convierte en la experiencia de quienes escuchan la historia” (Benjamin, 1987, 69), por ende, Benjamin entiende el proceso de la narrativa como un proceso reflexivo en el que la audiencia capta conscientemente la historia del narrador y la apropia.
Sucede entonces, que la historia obtiene reconocimiento si es apropiada, escuchada y replicada.
La crítica legal feminista ha utilizado la narrativa tanto como una herramienta de “critica” como también como una estrategia para la reconstrucción (Dailey, 1993). La narrativa se encuentra asociada a la práctica de la toma de conciencia, lo que implica de acuerdo a Katerine Barlett (1991): “un proceso colaborativo e integrativo que busca articular las propias experiencias y hacer que estas tengan significado en relación con otros quienes también relacionan sus propias experiencias”3 (Barlett, 1991)”.
Así, la narrativa se convierte en un proceso en que las personas- las mujeres- toman conciencia de su propia experiencia y siendo practicada de esta manera, se convierte en un “arte de auto-consciencia” (Dailey, 1993). Para Dailey (1993), el uso de las narrativas implica de manera positiva superar la crítica antiesencialista y reconciliar los conflictos que ésta genera, además implica lograr un sentido comprensivo de identidad a través de la narrativa de historias, esto permite establecer una victimización compartida, pues las historias de las mujeres exponen patrones comunes de género en sociedades donde existe inequidad, lo que permite establecer y sostener la agencia y los movimientos políticos (Moi, Riley citados en Dailey, 1993).
Robin West, considera que dado que las narrativas tienen este propósito político, es entendible por qué muchas de ellas han sido excluidas de los discursos jurídicos (West, 2015).
West, a estas las llama “las narrativas marginadas”.
Para Dailey (1993), las narrativas que se expresan en determinados contextos además de ser oídas requieren ser recibidas por un oyente empático, lo que hace que la persona que escucha se involucre de tal manera que pueda buscar y comprender los rastros de su propia experiencia.
De este modo se abre la puerta a una integración social de la experiencia de las víctimas, lo que logra visibilizar rastros comunes. El uso de la empatía como parte creativa en este proceso será determinante para la apreciación de la narrativa.
Las narrativas son expresadas en escenarios diversos a través de múltiples actores, son una forma de discurso, aunque constituye la más básica, pues comunican y expresan historias, emociones, construyen realidades desde una perspectiva totalmente subjetiva.
El narrador simplemente representa su propia historia ante los demás sin filtros emocionales.
Sin embargo, en contextos judiciales la narrativa busca otros objetivos que no solo involucran representar una realidad del pasado.
Robin West considera que tenemos que ser cautelosos en señalar cuales narrativas pertenecen al contexto legal: “la eficacia de la narrativa no puede ser discutida de forma descontextualizada.
Si una narrativa particular debería ser o no escuchada en cualquier contexto jurídico dependerá de situaciones particulares como: el tipo de procedimiento, el tipo de narrativa, y también los efectos reales y buscados con esa narrativa4(West, 2015)”
Compromisos / Obligaciones
Primer documento de insumos para la realización de la investigación.
Recopilación y sistematización de datos.
Realización de entrevistas/ JEP y Comisión de la Verdad y la Justicia Especial para la Paz.
Transcripción de entrevistas estratégicas para la investigación.
Análisis de datos.
Redacción de informe final, presentación de resultados.
Documento producto de investigación, presentación de resultados.
Insumos para libro/artículo producto de investigación.
Recopilación y sistematización de datos.
Realización de entrevistas/ JEP y Comisión de la Verdad y la Justicia Especial para la Paz.
Transcripción de entrevistas estratégicas para la investigación.
Análisis de datos.
Redacción de informe final, presentación de resultados.
Documento producto de investigación, presentación de resultados.
Insumos para libro/artículo producto de investigación.
Estado | Finalizado |
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Fecha de inicio/Fecha fin | 1/11/21 → 2/1/22 |
Objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas
En 2015, los estados miembros de las Naciones Unidas acordaron 17 Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos. Este proyecto contribuye al logro de los siguientes ODS:
Fuente principal de financiación
- Nacional
Localización
- Bogotá D.C.
Huella digital
Explore los temas de investigación que se abordan en este proyecto. Estas etiquetas se generan con base en las adjudicaciones/concesiones subyacentes. Juntos, forma una huella digital única.