Resumen
La participación electoral es una variable importante para la elaboración de los Mapas de Riesgo, bien sea para mostrar territorios con
tendencias de baja o alta participación o para representar zonas con variaciones anómalas de participación entre dos elecciones consecutivas del mismo tipo. Estos indicadores ilustran dinámicas que pueden estar alterando el curso ideal de un proceso electoral.
Una baja o alta participación puede revelar constreñimientos al elector, prácticas clientelistas, o incluso delitos como el trasteo
de votos. Sin embargo, el mismo indicador puede reflejar una cultura política local específica; es decir, municipios que tiendan a votar disciplinadamente en una elección específica o se abstengan de
hacerlo cuando sienten que en esa elección no van a ser representados. Por esta razón, desde hace varios años, al análisis del riesgo
por niveles atípicos de participación se le ha añadido el análisis de las variaciones de la participación electoral, como complemento
útil para rastrear posibles anomalías.
La metodología para medir el riesgo por nivel de participación
consiste en comparar la tasa de participación registrada en cada municipio del país con el promedio nacional de participación electoral. En este sentido, se considera en riesgo medio a municipios cuya tasa de participación se aleja -hacia lo alto o hacia lo bajo- más allá de una desviación estándar del promedio nacional. En riesgo alto se encuentran municipios que están más allá de dos desviaciones estándar. Finalmente, se consideran en riesgo extremo
tendencias de baja o alta participación o para representar zonas con variaciones anómalas de participación entre dos elecciones consecutivas del mismo tipo. Estos indicadores ilustran dinámicas que pueden estar alterando el curso ideal de un proceso electoral.
Una baja o alta participación puede revelar constreñimientos al elector, prácticas clientelistas, o incluso delitos como el trasteo
de votos. Sin embargo, el mismo indicador puede reflejar una cultura política local específica; es decir, municipios que tiendan a votar disciplinadamente en una elección específica o se abstengan de
hacerlo cuando sienten que en esa elección no van a ser representados. Por esta razón, desde hace varios años, al análisis del riesgo
por niveles atípicos de participación se le ha añadido el análisis de las variaciones de la participación electoral, como complemento
útil para rastrear posibles anomalías.
La metodología para medir el riesgo por nivel de participación
consiste en comparar la tasa de participación registrada en cada municipio del país con el promedio nacional de participación electoral. En este sentido, se considera en riesgo medio a municipios cuya tasa de participación se aleja -hacia lo alto o hacia lo bajo- más allá de una desviación estándar del promedio nacional. En riesgo alto se encuentran municipios que están más allá de dos desviaciones estándar. Finalmente, se consideran en riesgo extremo
Idioma original | Español (Colombia) |
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Título de la publicación alojada | Mapas y factores de riesgo electoral. Elecciones nacionales 2018 |
Editorial | Misión de Observación Electoral |
Páginas | 68-89 |
ISBN (versión impresa) | 978-958-59994-2-8 |
Estado | Publicada - 2018 |