Desplazamiento forzado por causa de los desastres naturales: un invisible jurídico que cada día crece más

El Centro de Vigilancia del Desplazamiento Interno (en adelante IDMC), organismo que hace seguimiento a nivel global del fenómeno de desplazamiento interno, estima que el número de desastres naturales se ha duplicado en los últimos 20 años, respaldado por las cifras de otros organismos internacionales que hablan de un aumento de 200 a más de 400 por año, aproximadamente, en términos de frecuencia y magnitud (OIM, 2011, 7; ACNUR, 2017, 2), lo que se ve reflejado igualmente en un incremento en los índices de desplazamientos forzados por esta causa. Esta situación llama la atención de la comunidad internacional, pues conjuga la existencia de muchos riesgos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de plantear políticas públicas y soluciones integrales. A pesar de que el desplazamiento forzado por esta causa ya estaba contemplado en los Principios Rectores, fueron desastres de gran escala como el tsunami de Indonesia (2004) y el huracán Katrina (2005), los que pusieron el tema sobre la mesa y dimensionaron la pertinencia de dicha causal y su impacto respecto
de los derechos humanos (Asamblea General de Naciones Unidas,2010, párr. 42), agravado en el sinnúmero de desastres que ha ocurrido en la última década como el terremoto de Haití (2010) cuyas consecuencias aún hoy se padecen (Gualano de Godoy y Galvão, 2012, 119-121; OIM, 2017, 23).