Seguridad alimentaria y crisis de los polinizadores

El equilibrio entre el crecimiento poblacional y la producción y acceso a alimentos es uno de los principales retos para el siglo XXI. Se estima que para 2050 la producción global alimentaria necesaria será 70-100% mayor a la actual. Esfuerzos por aumentar la productividad de la tierra incluyen la mejora genética de cultivos y el uso de agroquímicos que aumenten la producción y disminuyan el efecto de las plagas. Sin embargo, algunos agroquímicos producen efectos colaterales nefastos en especies benéficas. Tal es el caso de los neonicotinoides, insecticidas neurotóxicos que actualmente son parte de la ecuación que explica la rápida desaparición de los polinizadores, principalmente de las abejas. Ya que los polinizadores soportan la producción de hasta el 80% de la comida en algunas regiones, su desaparición aumenta los costos de producción y disminuye la productividad de los cultivos. Además, la desaparición de los polinizadores deteriora el equilibrio de ecosistemas naturales, afectando, por ejemplo, la disponibilidad de agua. Las soluciones han tomado varias direcciones, apuntando al establecimiento de políticas de regulación del uso de agroquímicos, a la elaboración de planes de conservación y a la evaluación de los efectos negativos de los agroquímicos. Esta propuesta toma una aproximación pionera al enfocarse en el uso de neuroprotección farmacológica para los polinizadores. Nuestros resultados preliminares muestran que los efectos cognitivos del Imidacloprid, el neonicotinoide más utilizado en el mundo, son mitigados por la administración profiláctica de dos moléculas de origen vegetalA. Esta propuesta busca: 1. optimizar la relación dosis de protector-respuesta de abejas con el fin de sentar las bases para ensayos de campo, 2. realizar ensayos para evaluar la protección otorgada durante el desarrollo de las abejas 3. evaluar el potencial inmunoprotector de las moléculas 4. estudiar las causas de la protección observada, sentando así las bases para su potenciación.

Se estima que para 2050 la producción global alimentaria necesaria será 70-100% mayor a la actual. Esfuerzos por aumentar la productividad de la tierra incluyen el uso de agroquímicos. Algunos agroquímicos, como por ejemplo los llamados neonicotinoides, producen efectos colaterales nefastos en especies benéficas. El objetivo de esta propuesta es analizar si es posible proteger de manera farmacológica a las especies benéficas, disminuyendo así el impacto de los neonicotinoides.